La bioquímica Margarita Salas, fallecida hoy en Madrid a los 80 años, fue una de las mayores científicas españolas del siglo XX. Investigadora del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, en Madrid, Salas seguía trabajando en su laboratorio. «No concibo la vida sin investigación”, señaló Salas al recoger el pasado junio en Viena el Premio Inventor Europeo concedido por la Oficina Europea de Patentes y Marcas. Entre los logros de su carrera, Salas cuenta con el descubrimiento de la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29, que tiene una aplicación crucial en biotecnología: permite amplificar el ADN de manera sencilla, rápida y fiable. Por ello se usa en medicina forense, oncología y arqueología, entre otras áreas. Esta tecnología ha sido además la patente más rentable del CSIC.

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